martes, 20 de noviembre de 2012

9/11

Un 9 de noviembre escribía:

La materialidad de la que estamos hechos la que nos impide juntarnos pero que hace pulsar con fuerza este corazón. La sonrisa tuya no se lleva nadie, sólo el tiempo. En esta infinita tristeza de estar como atrapada en otro tiempo otro espacio porque quisiera estar con vos porque sí, porque tengo estas ganas estas penas estas pulsiones casi novelezcas de montescos y capuletos. Pero sé que al final, al final nunca llegamos a buen puerto porque somos como irreconciliables en nuestra materia, en nuestro tiempo y aunque mi alma te extrañe, te añore, te espere, no tendré más que escurrir una lágrima materia de este cuerpo finito que transcurre.

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