sábado, 28 de agosto de 2010

Nostalgia

Miramos en tu libro y pensamos qué lejano fue ayer que reíamos sin control que hablabamos de cuando tenías ese look tan raro y almorzabamos a las 4 de la tarde. Después empecé a pensar que todo precisaba orden y disciplina y deje de quererte, deje de soñar buscando una razon más fuerte que una copa de cristal rota en la cocina. Invoco en mi mente tantas imágenes, esas ventanas, esas puertas de un revestimiento fino, exquisito, el olor a café en la mañana la luminosidad de los días que a veces hasta grises brillaban en mi habitación. Tus paredes parte de mí, como hojas de este árbol, como argumento de mi paz, de mi orgullo, de mi alegría, de mis horas, de mi vida. No verte, no caminarte, no contemplarte es sufrir con locura como querer escapar de todos menos de vos. Como perder la identidad, como mirarte de afuera sin tenerte. Dicen que esta planta, esta semilla se erguirá con una gran emoción y no necesitará tus paredes, tus preguntas, tu calma, tu silencio. Será ella misma todopoderosa única e inmortal, aunque sólo fuera por un minuto en la plenitud de su floración

1 comentario:

  1. Es muy sentido lo que escribiste, se puede percibir la tristeza, la transmitís muy profundamente. Verdaderamente da nostalgia

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